Sociología de la ciencia y filosofía feminista de la ciencia

Las normas de Merton y la filosofía de la ciencia

Las normas de Merton son tratan de conceptualizar los valores principales de la ciencia. Las normas son el universalismo (los atributos personales o sociales no condicionan los resultados científicos), el comunitarismo (las ideas científicas son de propiedad común), el desinterés (los científicos trabajan por el beneficio comunitario, no personal), el escepticismo organizado (desafiar las ideas de manera constante). Son quizás un intento de explicación algo idealista e ingenua del mundo científico. Sin embargo, pese a ello creo que esa visión de la ciencia sigue siendo válida actualmente. Si bien la realidad puede ser diferente y que no sea aplicable a todo el mundo científico actual, sí que creo que son necesarias para que la ciencia siga avanzando. Estas normas constituyen un fin en sí mismo de cómo debería ser la ciencia y una guía para mejorarla y llegar a ese ideal. 

Así, por ejemplo, en mundo en el que se debate entre la propiedad privada de las ideas científicas en manos de editoriales y empresas se empieza a imponer la ciencia abierta al alcance de toda la sociedad, avanzando hacia la norma del comunitarismo de Merton.  Por su parte, la comunidad científica se ha dotado de códigos de conducta y deontología profesional para que los científicos/as mantengan unos estándares de comportamiento que no sesguen su trabajo. Cuando esto ocurre se activan mecanismos de control para mantener el desinterés del que habla Merton. Así mismo, la propia filosofía positivista de la ciencia mantiene un escepticismo constante en el conocimiento científico que, quizás, no se extienda al resto de la sociedad, pero los intentos de aumentar la cultura científica en toda la población son notables y que la norma de Merton sobre el escepticismo se amplíe más allá de la comunidad científica. Sin embargo, tengo mis dudas con respecto a la normal de universalismo de Merton. Creo que estamos aún muy lejos de lograrlo pues nos encontramos con un sistema aún muy jerarquizado y que no puede escapar de los problemas de la sociedad en la que se enmarca, haciendo que los prejuicios personales afecten, de una manera u otra, el desarrollo de la ciencia. Hablar de una ciencia objetiva en la que las propuestas científicas se juzguen sin tener en cuenta atributos personales o sociales me parece una utopía. 

            Por último, Merton añadió una norma más sobre la originalidad de la ciencia y que los resultados deben ser novedosos. Los más críticos con el estatus quo de la ciencia explican como esa exigencia de que los resultados sean novedosos implica que resultados negativos y replicaciones de estudios anteriores no sean comunicados y publicados a la comunidad científica. Este hecho provoca que estemos ante una ciencia de lo sorprendente que obvia toda esa otra parte necesaria de la labor científica.  

            Los postulados de Merton fueron criticados por otras perspectivas de la sociología de la ciencia, especialmente por el denominado “Programa Fuerte” de sociología de la ciencia, una de las propuestas más difundidas, que busca explicar desde una perspectiva sociológica las creencias de la ciencia. 


Enfoques en la filosofía feminista de la ciencia

Harding (1996) clasifica las corrientes de la filosofía feminista de la ciencia en tres enfoques: el empirismo feminista, el punto de vista feminista y el posmodernismo feminista. Sin embargo, son posturas que en los últimos años han compartido posiciones y no se erigen como compartimentos estancos que definen la filosofía feminista de la ciencia. 

El empirismo feminista defiende que si se aplica correctamente la metodología científica y un cambio en el lenguaje se acabará con los sesgos sexistas. Es un enfoque de vista objetivo y que mejoraría la ciencia sólo eliminando esos prejuicios. Aporta cierto idealismo dentro de estas corrientes, pero obvia a la mujer como sujeto activo y oprimido. Este aspecto lo cubre el punto de vista feminista que defiende que debido a la parcialidad que existe en el mundo masculino, son las mujeres las que pueden ofrecer una ciencia sin prejuicios y que pueda captar mejor el mundo femenino. Según este punto de vista, debe haber una ciencia hecha por mujeres porque tienen un estilo cognitivo diferente y superior. Sin embargo, para el posmodernismo feminista los dos planteamientos anteriores son imposibles. No hay una ciencia objetiva sin sesgos machistas ni hay una mejor ciencia porque esté hecha por la mujer, ya que también hay diversidad en el mundo de la mujer. El posmodernismo feminista defiende que esa visión de que la mujer es diferente es un constructo social que afianza sesgos sexistas y que el propio concepto de mujer y, por ende, de género, está construido basándose en la “dominación del hombre”. 

Sin embargo, estos tres enfoques han sido también criticados desde el feminismo, ya que argumentan que la existencia de una epistemología feminista no es congruente y que muchas veces los casos que se exponen se refieren a dos campos de la ciencia en los que hay prejuicios sexistas: ciencias sociales y la biología.

Realismo científico

«El realismo científico es la tesis según la cual las teorías científicas deben ser interpretadas como descripciones aproximadamente verdaderas de la realidad» (Dieguez, 2018). Sin embargo, esta postura ha sido criticada por varios sectores dentro de la filosofía de la ciencia. Uno de ellos es la meta-inducción pesimista.

El argumento central de la meta-inducción pesimista es bastante convincente. Es un hecho objetivo que la mayor parte de las teorías pasadas han mostrado ser reemplazadas por otras que parecen verdaderas, por lo que, de alguna manera, las actuales serán falsas en el futuro. Esta argumentación incluso guarda relación con el falsacionismo de Popper en el que las teorías se mantienen hasta que son refutadas. Sin embargo, esta postura tiene en cuenta las teorías científicas como un todo y no analiza sus componentes. Además, hace comparaciones absolutas, cuando el conocimiento científico van evolucionando de forma gradual y no con cambios extremos, salvo en contadas ocasiones. Por lo tanto, aspectos de algunas teorías pasadas muestran ser peores que las actuales, pero no todas en su conjunto. Por lo tanto, las teorías actuales son más completas y contienen más verdades. 

 Por todo ello, me inclino más hacia los argumentos a favor del realismo científico, especialmente con la concepción del “no-milagro”. Entender que el conocimiento científico es aproximadamente verdadero a la realidad que nos rodea es la única forma de conceptualizar que los descubrimientos científicos no son un milagro, sino que estaban ya ahí y hemos sido capaces de conocerlos/descubrirlos/inventarlos. De otra manera no podríamos explicar el éxito de la ciencia.  


El realismo científico defiende que los objetos de la investigación son independientes de la mente de quien los investiga. Esta visión se conoce como realismo ontológico y está ampliamente aceptada. Si entendemos que la realidad depende de cómo cada uno la interprete y la construye entonces ésta no podría ser objeto de investigación, ya que cambiaría según quien la investigara. Por ello, la realidad es una y existe y los investigadores intentan estudiarla y conceptualizarla. Una postura constructivista haría imposible un conocimiento verdadero o casi verdadero de la realidad que nos rodea. 

Referencias:

Diéguez, A. (2018). “RealismoCientífico”. Enciclopedia de Filosofía de la Sociedad Española de Filosofía Analítica  tomado dehttp://www.sefaweb.es/realismo-cientifico/

El Psicoanálisis y el criterio de demarcación

Para Popper (1983) el mayor problema de las teorías de Freud, Adler y Marx se refieren a su irrefutabilidad. La teoría marxista, según expone, en un principio tuvo teorías testables, que de hecho fueron refutadas, pero posteriormente adquirieron el denominado “sesgo convencionalista” que alejaba a esta teoría de cualquier intento de refutabilidad. Por otra parte, las teorías psicoanáliticas de Freud y Adler son, desde un primer momento, no se pueden poner a prueba, por lo que son irrefutables. Con argumentos tautológicos y circulares en los que un hecho y su contrario sirven para demostrar la teoría constituyen elementos que no cumplen con el criterio de demarcación. 

Comparando estas tres teorías con la de Einstein muestra de forma convincente y empírica lo que es ciencia y pseudociencia. Es por ello que, gracias a esta comparativa, su argumentación resulta convincente. A través de la definición del criterio de demarcación, un aspecto que también es testable, delimita lo que puede considerarse ciencia frente a la pseudociencia. 


El Psicoanálisis puede ser considerada como una pseudociencia si atendemos a su intento de explicar la mente humana y ser una práctica terapéutica. En ese sentido, el psicoanálisis intenta hacerse pasar por ciencia cuando no lo es. Es una disciplina que se escapa a los rigores del método científico. La primera razón es que no cumple con el criterio de demarcación de Popper. Sus postulados no pueden ser refutados. El ejemplo más claro tiene que ver con el propio concepto del “inconsciente” que es el origen de la conducta según esta disciplina, pero no es falsable. Estamos ante una “estructura psíquica” que no se puede demostrar que exista o no. Los avances en técnicas de neuroimagen siguen sin encontrar ningún tipo de estructura cerebral o procesos que puedan ser equivalentes al concepto psicoanalítico del “inconsciente”. Pero aún así, se trata de un concepto tan etéreo que escapa a la testabilidad. 

Es interesante tener en cuenta como la propia construcción del Psicoanálisis puede influir mucho en su configuración como pseudociencia. Freud se basó en sus casos clínicas para desarrollar todo el corpus teórico psicoanalítico, pero no lo sometió a contrastación. Sus observaciones venían a corroborar lo que ya estaba establecido, pero que no se podía testar. Yela, uno de los padres de la psicología científica en España ya lo dijo en 1980: “Con no menos reiteración, el psicoanálisis y otras orientaciones parejas se han obstinado en abordar los problemas psicológicos más significativos y complejos sin poner a punto la metodología científica apropiada” (Yela, 1980). No es de extrañar, pues, que el psicoanálisis apenas tenga cabida en la formación universitaria, basada en la evidencia científica, y su formación se realice en escuelas psicoanalíticas.

Referencias:

Popper, K. R. (1983). Conjeturas y refutaciones: El desarrollo del conocimiento científico. Paidós.

Yela, M. (1980). Prólogo al Manual de Psicoterapia de Grupo de S. Ayestarán. Universidad Pontificia.

La reconfiguración de la comunicación científica por las nuevas tecnologías

Las llamadas nuevas tecnologías han supuesto un cambio significativo en las formas de comunicar ciencia. Esto es un hecho más que evidente, pero que tiene dos derivadas importantes. 

Por un lado, cualquiera puede ahora comunicar ciencia y que llegue a un gran público. Ya no es necesario salir en la radio, televisión o prensa escrita para comunicar ciencia, sino que desde casa se puede hacer divulgación científica con un ordenador. Esta llamada “democratización” de la ciencia implica una diversificación de contenidos y de formatos. Hay variedad de plataformas y con contenidos tan específicos como la neurociencia o a nivel general sobre ciencia. La segmentación de públicos se realiza no sólo por interés sino también por edades. Hay comunicación científica en Youtube o Twitch destinada al público menor de 20 años y blogs de ciencia para el público adulto mayor de 40. Además, los nuevos formatos permiten una comunicación bidireccional que hace mucha más rica y participativa la interacción entre quien produce contenidos y quienes los consumen. 

Sin embargo, esa gran cantidad de información sobre ciencia disponible hace difícil que la selección de los contenidos que se quieran consumir sean de calidad y basados en la evidencia. Parece que cualquier cosa sobre ciencia en las redes esté fundamentada en el método científico y no siempre es así. La apariencia de ciencia es relativamente fácil de dar y la gente está expuesta a las pseudociencias. Por ello, la formación en cultura científica es un aspecto fundamental que debe ir a la par con esta explosión de la comunicación científica para que los consumidores de contenidos científicos sean capaces de discernir los contenidos de calidad frente a los pseudocientíficos. 

 Por lo tanto, asistimos a una ampliación de los medios, formatos y plataformas en las que realizar comunicación científica, pero que el público está más expuesto a pseudociencias sin una adecuada formación en cultura científica.  

Falsacionismo, verificacionismo y el Círculo de Viena

1. Diferencias entre verificacionismo y falsacionismo. Desde tu punto de vista ¿cuál de los dos enfoques muestra mayor confianza en la ciencia?

El verificacionismo es un enfoque empirista de la ciencia que comprueba de manera inductiva que los hechos se cumplen universalmente. Por su parte, el falsacionismo es un enfoque racionalista de la ciencia que mediante la deducción contrasta los hechos. A diferencia del verificacionismo, el falsacionismo establece que las teorías nunca se pueden confirmar porque ninguna teoría puede verificarse al 100% nunca. Desde el punto de vista falsacionista, las teorías se aceptan hasta que se encuentre otra que la refute y, por lo tanto, la desecharemos. 

En un primer momento, puede parecer que el verificacionismo muestra mayor confianza en la ciencia. La idea de verificar un hecho siempre suena mejor que contrastar y refutar. Sin embargo, una vez te introduces en las implicaciones de cada una, puedes comprobar que el falsacionismo confía más en la ciencia. En la medida en que no podemos verificar todas las posibilidades para que se cumpla una teoría, siempre quedará un punto de incertidumbre en cualquier hecho que estudiemos, dando pie a la falta de certeza sobre esa teoría y que incluso se cuelen elementos pseudocientíficos. Sin embargo, la perspectiva falsacionista muestra mayor confianza en la ciencia: “me quedo con esta teoría hasta que se demuestre que no funciona”. De esta manera, se hace también avanzar a la ciencia, pues contrastamos las teorías existentes y si ya no son válidas, tenemos unas nuevas más avanzadas. Esta perspectiva filosófica hace que el ciclo de la ciencia no se pare y el conocimiento científico esté en continuo crecimiento. 

2. Explora si hubo alguna mujer asociada al Círculo de Viena, pues la mayor parte de los estudios se refieren habitualmente solo a hombres.

En el manifiesto “La concepción científica del mundo: el Círculo de Viena” aparece una única mujer, la matemática y filósofa Olga Hahn-Neurath (Villena Saldaña, 2014). Es la tercera mujer que se graduó en filosofía en la Universidad de Viena. Dentro del Círculo de Viena compartía su membresía en él con su hermano Hans Hahn y su marido Otto Neurath. 

Como estudiante de doctorado también participó muy activamente la filósofa Rose Rand entre 1930 y 1935 (University of Pittsburgh, 2013). Así mismo, mientras estuvo en Vienna para su doctorado, Olga Taussky, matemática, también participó en las reuniones del Círculo de Viena.

Referencias:

University of Pittsburgh (2013). «Guide to the Rose Rand’s Papers 1903-1981». Special Collections Department, Recuperado 8 de febrero de 2019 de
https://digital.library.pitt.edu/islandora/object/pitt%3AUS-PPiU-asp199001/viewer

Villena Saldaña, D. (2014). El Círculo de Viena: Una nota histórica. Analítica8, 123-130.

Portada escrita, portada online y redes sociales

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El periódico escogido es el diario El País en su edición del jueves 6 de febrero. La noticia principal de portada es la de “Anticorrupción acusa a Francisco González de haber contratado a Villarejo”. En esta ocasión, una noticia de ciencia es también portada: “Una investigación abre la puerta a anticiparse al cáncer”. La foto de portada es para el presidente de Estado Unidos, Donald Trump, y la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, rompiendo el discurso que acababa de pronunciar el presidente. Esta noticia científica de portada sobre la investigación en genética para conocer el inicio del cáncer y está completa en la página 28 a 5 columnas. En la página 26 del diario hay una noticia sobre universidades, uno de los agentes del ecosistema español de I+D+i aunque es una noticia más de educación (“La Universidad revisa su modelo por la frustración de sus graduados desempleados”)

Portada de El País, 6 de febrero de 2020.


Por su parte, en la edición online de El País a las 19:00 horas, la noticia destacada es la relativa a la reunión mantenida por Pedro Sánchez y Quim Torra en el día de hoy y para un mapa interactivo sobre las causas de muerte en España por municipio. Esta última noticia está dentro de la sección de Ciencia de El País. Es la única noticia de ciencia que aparece en la primera página. Sin embargo, el menú superior de la edición digital incluye un apartado de ciencia y, además, hay un espacio si haces mucho “scroll” en la primera página para las noticias destacadas de cada sección y aparecen las de ciencia. 

Portada de la edición online de El País el 6 de febrero de 2020 a las 19:00 horas. 


A la hora de consulta de la edición online las ocho noticias más leídas de El País eran:

1.    ¿De qué mueren los españoles? El mapa de las causas de mortalidad, municipio a municipio. 

2.    Un avión se parte en tres tras salirse de la pista en Estambul y deja tres muertos y 180 heridos. 

3.    Muere Kirk Douglas, el último gran actor del viejo Hollywood, a los 103 años. 

4.    El mayor estudio genómico del cáncer abre la posibilidad de detectarlo antes de que aparezca. 

5.    El alcalde de Oporto propone la formación de Iberolux, una unión de España con Portugal. 

6.    Mujeres de Valores Tradicionales: el ama de casa sumisa en Internet. 

7.    Jennifer Lopez o la trampa de la ‘supermujer’ a los 50 | S Moda. 

8.    Confusión sobre el estado del médico que alertó sobre el coronavirus. 

En esta ocasión, coincide que las dos noticias científicas del día están entre las más leídas del periódico en su versión online. Si bien las noticias de ciencia no suelen ser las que ocupen portadas, es cierto que en esta ocasión, el estudio genético sobre el cáncer es una investigación a gran escala y que supone un avance muy importante en el campo. La noticia de la mortalidad es un trabajo de investigación que resulta llamativo para el lector, máxime cuando incluye un mapa interactivo que se puede analizar municipio a municipio.

En cuanto a la difusión en redes sociales, en Facebook aparecen ambas con enlace a la noticia. La noticia del mapa interactivo sobre mortalidad publicado sobre las 12 de la mañana con el mismo titular que aparece en la edición online: “¿De qué mueren los españoles? Consulta en este mapa las causas de mortalidad, municipio a municipio”. Tiene 17 publicaciones tras ponerla en esta red social y ha sido comentada 16 veces, compartida 105 veces y con 82 reacciones. Por su parte, la noticia sobre el estudio genómico del cáncer se publicó en Facebook en el día de ayer, seguramente en el momento que se levantó el embargo de la información. Fue compartida más de 13 mil veces, con 338 comentarios y más de 20 mil reacciones. Aparece publicada con el mismo titular que en la edición online, pero con “ÚLTIMA HORA” antes de este, para señalar la novedad y relevancia del estudio. Las publicaciones de El País en Facebook no se acompañan de etiquetas. Por su parte, en Instagram no aparecen ninguna de las dos noticias. 

Publicación en Facebook de El País sobre la noticia del descubrimiento genético en cáncer
Análisis de las portadas escritas, online y redes sociales de los medios y el papel de las noticias de ciencia.
Publicación en Facebook de El País de la noticia sobre el mapa interactivo para conocer las causas de mortalidad

En definitiva, ha coincidido con un día de dos noticias de ciencia en portada, tanto escrita como digital, y que son las noticias más leídas. Esto último no sorprende tanto porque las noticias de ciencia suelen tener muy buena acogida.